PESE A INVERSIÓN “HISTÓRICA” DE 10 MIL MDP, PRESUMIDA POR LORENA CUÉLLAR, HAY POLICÍAS QUE NO TIENEN CHALECO NI CASCO ANTIBALAS, ARMAS, CARGADORES, TOLETES, ESCUDOS…
- Edgar Ramón Conde Carmona
- 5 ago
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(Fabián Robles/5 de agosto 2025) La inversión “histórica” de 10 mil millones de pesos —presumida en distintas ocasiones por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros— no ha alcanzado para dotar a todos los policías de artículos esenciales para su función operativa como “chalecos balísticos, cascos, armas, lámparas de mano, equipo de radiocomunicación o kit de primer respondiente”.
Así lo develan los resultados de una encuesta aplicada por la empresa Evaluare a 435 policías estatales, “ministeriales” y custodios, según los cuales “la mayoría de los elementos reportó no haber recibido durante ese año ese equipo.
Según la “Evaluación Institucional del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) del Estado de Tlaxcala, Ejercicio Fiscal 2024 Encuesta Institucional 2024”, obtenida por este reportero, el 95.2 % (414 elementos) “subrayó la importancia de disponer de equipo de trabajo adecuado”.
Los datos evidencian el desdén del gobierno estatal para dotar a los elementos policiacos de lo más elemental para el desempeño de sus labores cotidianas, y además pone en entredicho la inversión “histórica” en materia de seguridad tantas veces presumida por la mandataria.
El chaleco balístico no fue entregado al 69.9 % (304 elementos) de los encuestados, el casco balístico al 78.6 % (342 policías) y el kit de primer respondiente al 89.7 % (390 uniformados), aunque en este último caso no se especifican los elementos que integran ese paquete.
La encuesta también permitió saber que 280 elementos (64.4 %) no recibieron ningún arma corta, 302 (69.4 %) no dispusieron de arma larga, 285 (65.5 %) no tuvieron municiones, 284 (65.3 %) carecieron de cargadores, 378 (86.9 %) no contaron con fornitura, y a 391 (89.9 %) no le proporcionaron tolete.
Otros datos reveladores refieren que 376 (86.4 %) no tuvieron casco táctico, 379 (87.1 %) no contaron con escudo acrílico, 387 (89 %), no dispusieron de candados de mano, a 410 (94.3 %) ni siquiera les dieron lámpara de mano, y 413 (94.9 %) carecieron de gas lacrimógeno.
Además, se pudo conocer que 423 (97.2 %) no contaron con motocicleta, 356 (81.8 %) carecieron de camionetas como patrullas, 410 (94.3 %) no dispuso de patrullas tipo sedán, 343 (78.9 %) carecieron de equipo de radiocomunicación, 406 (93.3 %) no tuvieron instrumental de investigación y criminalística, a 392 (90.1 %) no le proporcionaron equipo de cómputo, y 422 (97 %) no contaron con cámara de solapa.
Pero no todo quedó ahí porque en cuanto a la calidad de los uniformes, 26.9 % (117 elementos) calificaron la camisa o camisola con una calidad regular, 26.7 % (116 policías) señalaron que el pantalón tenía una calidad regular y el calzado también fue señalado por la mayoría (25.7 %, 112 elementos) por tener calidad regular.
A la pregunta ¿Cuenta con el equipamiento necesario para desarrollar las funciones de primer respondiente?, de los 435 elementos entrevistados, 27.1 % (118 elementos) indicó que contaba con el equipamiento necesario para desarrollar esas funciones; 69.2 % (301 policías) mencionó que no tenía el equipamiento, y 3.7 % (16 uniformados) señaló que no ni siquiera sabía si disponía de los recursos necesarios.
En ese documento se lee que, al preguntarles sobre la frecuencia con la que se les otorgaron uniformes y equipos, “se destacó que la mayoría de los elementos mencionaron una frecuencia nula, irregular o baja (una vez al año) en la entrega”.
Además, los policías entrevistados externaron su “insatisfacción no solo con la frecuencia con que reciben el equipamiento, sino en cuanto a la calidad de este. Un porcentaje importante clasificó como mala o regular la calidad del equipo entregado”.
El análisis de las frecuencias con las que se otorgaron los uniformes mostró una tendencia a la irregularidad en la distribución de los mismos entre los 435 elementos entrevistados.
Muestra de lo anterior fue que “la mayoría de los artículos esenciales de los uniformes, como la camisa o camisola, el pantalón, el calzado y la gorra tipo beisbolera, son entregados solo una vez al año, con porcentajes cercanos al 47 por ciento en cada caso. Sin embargo, una parte significativa de los encuestados indica que no existe una frecuencia establecida para la entrega de estos uniformes, lo que sugiere una falta de consistencia en la distribución de los mismos”.
En el caso de “ciertos artículos como la playera, el uniforme de gala y la fornitura tienen una frecuencia de entrega más baja aún, especialmente los dos últimos, donde más del 57 por ciento de los encuestados señala que nunca los recibió. Estos datos reflejan una distribución irregular, con muchos elementos recibiendo sus uniformes de forma esporádica o no recibiéndolos en absoluto”.
Para la empresa Evaluare Expertos en Políticas Públicas SA de CV, “estos hallazgos resaltan la necesidad de mejorar la dotación de uniformes y equipos para los elementos, con el fin de asegurar que cuenten con los recursos necesarios para desempeñar sus funciones de manera adecuada y eficiente”.
RECOMENDACIONES DE EVALUARE
Los resultados de esa encuesta permitieron a la empresa Evaluare recomendar al gobierno de Lorena Cuéllar que priorice el equipamiento según el riesgo, mejorar la calidad del mismo, garantizar que los primeros respondientes cuenten con el kit respectivo, asegurarse “que todos los elementos reciban la totalidad del equipamiento esencial para el desempeño de sus funciones operativas es una prioridad”.
La empresa concluyó que “los datos sobre la calidad del equipamiento entregado reflejan una percepción mayoritariamente negativa, especialmente en los componentes del uniforme, como la camisa o camisola, el pantalón, el calzado, la gorra tipo beisbolera y la chamarra, donde más del 65 por ciento del personal que recibió estos artículos reporta valoraciones desfavorables”.
Ante esta situación, sugirió, “es fundamental asegurar que el equipamiento proporcionado cumpla con altos estándares de calidad, garantizando materiales resistentes y funcionales que satisfagan las necesidades operativas. Para ello, se recomienda revisar y fortalecer los acuerdos con los proveedores, priorizando la adquisición de uniformes con mejor calidad y durabilidad”.
Asimismo, consideró, “es prioritario asegurar la dotación de equipos específicos para las funciones de primer respondiente. A pesar de que el 74.3 por ciento de los elementos ha intervenido en funciones de primer respondiente, el 69.2 por ciento carece del equipamiento necesario para desempeñarse adecuadamente en estas funciones, lo que evidencia una brecha significativa entre la frecuencia de intervención y el equipamiento disponible, afectando la capacidad de respuesta efectiva”.
La encuesta institucional tuvo como propósito conocer la percepción del personal operativo de las instituciones de seguridad pública del estado “mediante una muestra aleatoria dirigida a los perfiles de policía estatal, policía ministerial y custodios. En ella se exploran temas relacionados con la capacitación, evaluación, equipamiento, infraestructura y las condiciones generales en las que el personal desempeña sus funciones. En conjunto, se abordan aspectos vinculados con la aplicación de los recursos provenientes del financiamiento conjunto del FASP para el ejercicio 2024”.
Para ese estudio fueron considerados 435 elementos dados de alta en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública (RNPSP), distribuidos de la siguiente manera: policía estatal, 352 elementos, enfocados en la prevención, reacción o investigación dentro de las instituciones policiales; policía “ministerial”, 53 dedicados principalmente a labores de investigación en las Procuradurías Generales de Justicia o Fiscalías; y custodios, 30 elementos, encargados de la vigilancia y custodia dentro del Sistema Penitenciario.
La aplicación fue anónima, de manera presencial y se realizó entre el 30 de octubre y 14 de noviembre de 2024. La coordinadora de la evaluación fue Tania Pérez Peralta.



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