Hace exactamente un año, al cortar un listón con pretensiones inaugurales de la refinería de Dos Bocas, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró sobre esa obra: “Es un sueño convertido en realidad”.
Era cierto, al menos para el empresario campechano José Luis Zavala Solís, presidente de Grupo Cemza y quien en 2019 emprendió una sociedad con la prima del mandatario, Felipa Obrador Olán, pues de un plumazo consiguió a inicios de este año un contrato de 42.9 millones de dólares ―equivalentes a 732 millones de pesos― con Pemex Exploración y Producción (PEP) para fletar fluidos en el puerto de Dos Bocas.
La asignación presupuestal se efectuó a través de un concurso electrónico y los representantes de Zavala Solís y sus socios ni siquiera tuvieron que poner un pie en las oficinas de la petrolera estatal, pues el contrato se suscribió con firmas electrónicas.
Fue un consorcio formado por cuatro empresas en las que tiene intereses Zavala Solís, de acuerdo con documentos notariales: Marinsa de México, Prestadora de Servicios Corporativos Generales, Servicios Marinos del Sureste (Enermar) y Marine Services Navica. Algunas de estas razones sociales fueron creadas ya durante el sexenio obradorista.
Pero el contrato para el transporte de fluidos en Dos Bocas no es el único que ha hecho sonar el timbre de ingresos en la caja registradora del socio de Felipa Obrador en 2023.
Nada de eso: varios contratos del gobierno de AMLO, con vigencia de este y el año siguiente, han alimentado las gavetas de valores de Grupo Cemza, por un total de 1,370 millones de pesos, de acuerdo con registros de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
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