En medio del recrudecimiento de la crisis por la imposición de un nuevo servicio “privatizador” de atención médica para burócratas sindicalizados, jubilados y docentes de Tlaxcala, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros prefirió asistir al concierto que ofreció la tarde de este miércoles la Orquesta Sinfónica Infantil de México (OSIM) en el Palacio de la Cultura de la capital del estado.
Mientras decenas de integrantes del Frente Unido de Trabajadores en Defensa de los Derechos Laborales bloquearon calles en distintos puntos de la ciudad, y otros se manifestaron en las inmediaciones de lo que ahora es la sede de la Secretaría de Cultura federal, la mandataria morenista disfrutó de las piezas interpretadas por 127 jóvenes músicos, entre los que se encuentran dos tlaxcaltecas.
Al lado de la mandataria, Alejandra Frausto también gozó del concierto realizado en el patio central de lo que, hasta hace algunos años, fue la sede del Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC).
Ante el temor de que las protestas aumentaran, decenas de policías antimotines –provistos de bombas de gas lacrimógeno, algunas de las cuales utilizaron contra los inconformes- montaron en la periferia un operativo para desalojar de ese recinto a la gobernadora.
Enterada de ese conflicto, la secretaria de Cultura le externó su “apoyo incondicional” a su “querida gobernadora Lorena Cuéllar”.
En su cuenta de Twitter, la funcionaria federal ensalzó a la mandataria tlaxcalteca al reconocerla como “una guerrera incansable, comprometida con las causas más justas. Es tiempo de mujeres y la transformación de México se dará gracias a servidoras publicas excepcionales como tú”.
El mensaje en esa red social fue acompañado de una fotografía en la que se aprecia a Alejandra Frausto, a Lorena Cuéllar y al secretario de Cultura de Tlaxcala, Antonio Martínez, así como a otra mujer.
La imagen fue tomada en la parte posterior del Palacio de Cultura.
Por su parte, el diputado local perredista, Juan Manuel Cambrón Soria, condenó la represión ejercida por el gobierno del estado a través de elementos de seguridad pública, y consideró que esas acciones son propias de los regímenes fascistas, lo cual es inconcebible y absolutamente reprobable.
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