El gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros sufrió un duro revés en su intento por ejecutar el proyecto del Autotrén, después que la justicia federal concedió la suspensión provisional a favor de un grupo de habitantes de la ciudad de Tlaxcala que se oponen a esa obra impulsada por el empresario poblano Alfredo Chedrahui Obeso quien tiene previsto invertir 16 millones de dólares en una primera etapa.
La decisión del Juzgado Tercero de Distrito del Vigésimo Octavo Circuito es para que no inicien las obras de un primer tramo de dos kilómetros que va desde las instalaciones del Instituto Politécnico Nacional (IPN) hasta el Jardín Botánico, sobre el bulevar Guillermo Valle en la capital del estado.
Sin embargo, esa determinación no es óbice para que la administración morenista siga con la elaboración de los estudios de factibilidad del proyecto.
La autoridad federal referida resolvió así los juicios de amparo 1142/2023 y 1143/2023 promovidos por un grupo de habitantes de la ciudad de Tlaxcala desde el pasado 17 de agosto.
La suspensión provisional mandata que la obra no se ejecute hasta en tanto se realice la audiencia constitucional, prevista para el próximo 22 de septiembre, en la que se prevé que ya el órgano jurisdiccional cuente con los estudios de factibilidad respectivos para que tome una resolución definitiva.
La pretensión de la gobernadora Lorena Cuéllar y del empresario Alfredo Chedrahui era iniciar la primera etapa de la obra desde mayo pasado y concluirla en octubre de este año para que coincidiera con la inauguración del Mundial de Voleibol de Playa que se realizará en Tlaxcala, Apizaco y Huamantla.
Empecinada en concretar el proyecto, la mandataria ha insistido en defenderlo bajo el argumento de que “representa uno de los más importantes proyectos de la historia del estado porque lo aproxima a la vanguardia en materia de movilidad y contribuye a transformar la vida de los tlaxcaltecas”.
Incluso, sin aportar ninguna evidencia, ha dicho que la obra del Autotrén está bien sustentada y ha minimizado las inconformidades de distintos actores sociales.
Muestra de ese desdén es que a Cuéllar Cisneros tampoco le ha importado que la zona elegida para la primera etapa del proyecto se encuentre en un área de alto riesgo sísmico, lo que representa un grave riesgo para los potenciales usuarios, según la opinión del especialista Eduardo Ismael Hernández.