El incremento en la población con sobrepeso y obesidad en México ha generado una preocupación creciente en cuanto a los métodos para bajar de peso utilizados por la población.
En este contexto, Sergio Parraguierre Sánchez, coordinador auxiliar de Gestión Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, alertó sobre el creciente uso de dietas milagro, que, en lugar de ayudar, pueden ser sumamente dañinas para la salud.
Según Parraguierre Sánchez, las dietas milagrosas son cada vez más populares debido a su promesa de pérdida de peso rápida. Sin embargo, estas dietas suelen ser muy estrictas, limitadas y prohibitivas, además de ser poco realistas. Por lo general, carecen de los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo y no tienen en cuenta la edad, género, problemas de salud, alergias u otras patologías que pueda tener la persona.
Una característica común de las dietas milagrosas es su asociación con suplementos costosos para compensar los déficits nutricionales. Además, estas dietas generan un estado de ansiedad que puede aumentar la necesidad de comer o afectar negativamente la relación de la persona con los alimentos. Por lo tanto, no promueven la formación de buenos hábitos alimenticios y, en muchos casos, conducen al efecto rebote, ya que la pérdida de peso inicial puede ser principalmente por la disminución de agua y no de grasa.
El riesgo que representan las dietas milagrosas es mucho mayor que los posibles beneficios, ya que no existe evidencia científica que respalde su efectividad. Parraguierre Sánchez subrayó la importancia de buscar asesoría con especialistas en Nutrición, quienes pueden recomendar dietas personalizadas que se adapten a las necesidades, gustos y preferencias de cada paciente.